El papel clave del tercero: seguridad, disuasión y acompañamiento

El psicólogo Luis Vergés, reconocido por su trabajo en salud mental y violencia intrafamiliar, también participó en el conversatorio aportando una mirada psicológica sobre la importancia de intervenir en situaciones de abuso. Según explicó, cuando una persona —especialmente una mujer— se encuentra en una relación violenta, existe una condición de vulnerabilidad ante el abusador, quien mantiene el control psicológico y físico sobre ella.

“La introducción de un tercero dentro de la ecuación viene a facilitar varios procesos”, aseguró.

Vergés destacó que la presencia de otra persona puede disminuir la percepción de riesgo y peligrosidad que tiene la víctima, porque deja de sentirse sola y completamente a merced del agresor. Pero advirtió que no se trata solo de estar presente, sino de intervenir con habilidades, empatía y conocimiento.

FUENTE: PROFAMILIA

“Si ese tercero tiene competencias, habilidades y capacidad para disuadir al agresor, y además transmite un mensaje de tranquilidad y seguridad a la víctima, puede ser de mucha utilidad”, explicó el psicólogo.

Esta figura de apoyo —que puede ser un familiar, vecino, profesional o incluso una autoridad— actúa como un puente hacia la recuperación y la búsqueda de ayuda profesional o institucional, siempre que su intervención esté guiada por el respeto, la empatía y la conciencia del peligro que representa el agresor.